Un disco LP (del inglés long play) o disco de larga duración, es un disco de vinilo de tamaño grande, de 12"(30,5 cm) de diámetro, en el cual se puede registrar, en formato analógico, un máximo de unos 20-25 minutos de sonido por cada cara. Los LP suelen constar de unas diez o doce canciones, dependiendo de su duración. Normalmente están grabados a una velocidad de 33 y 1/3 revoluciones por minuto, aunque también los hay de 16 RPM.
Los primeros discos de larga duración se comercializaron hacia 1948. Este tipo de disco fue la principal manera de publicar música grabada durante los años 50, 60, 70 y 80 del siglo XX.
A partir de mediados de los años 80, los LP empezaron a perder protagonismo a costa de los discos compactos, más pequeños y resistentes. Aunque finalizando la primera década de los años 2000 son cotizados por coleccionistas y audiófilos.
Algunos Disc jockeys consideran superiores a los discos de vinilo de larga duración y utilizan este formato para hacer sus mezclas porque tienen mayor resistencia que los sencillos.